Historia
de la Rosa
La leyenda dice que la primera Rosa brotó de una gota de sudor de
la frente del profeta Mohammed. Según se cuenta que Baco se enamoró de una
bella ninfa y entretanto en una fiesta la persiguió por todo el jardín para
conquistarla, permaneciendo su túnica sujeta de un zarzal de Rosas y al
rasgarse, dejó ver su belleza, lo que hizo que Baco como reconocimiento, la
cubriera de rojas flores perfumadas.
Si bien su origen es incierto, algunas fuentes sostienen que viene
del Cáucaso o de las costas del mar del Caspio, lugar en el cual crece de forma
espontánea. Posteriormente lo que queda claro es que se propagó y se aclimató
perfectamente en todas las zonas templadas del planeta.
Existen unas 250 especies diferentes de Rosas de las cuales unas
30 son clasificadas como odoratas y tan solo 3, que son las rosas antiguas, las
progenitoras de muchas otras, y que son cultivadas a gran escala debido a su
exquisito perfume. Desde el punto de vista medicinal, la rosa castellana y la
Rosa de cien hojas o centifolia, son las especies más dignas de consideración.
Antiguos manuscritos revelan que la rosa era utilizada en los
ritos funerarios de los egipcios y otros pueblos de la era precristiana. Fue a
través del sur de Italia que los griegos la introdujeron en Europa. Los romanos
la utilizaban frecuentemente para adornar sus puertas, hacer alfombras o
incluirlas en la elaboración del vino. Las imágenes de Cupido, Venus y Baco
eran coronadas con guirnaldas de Rosas. Los turcos fueron los primeros en
elaborar el agua de rosas desde el siglo X hasta el siglo XVIII, lo cual
describe Avicena de la siguiente manera: “De las Rosas frescas se saca el zumo
de las hojas en un mortero y exprimiendo todo el liquido: el cual se deja a la
sombra, hasta queda espeso y entonces se guarda para las medicinas como por
ejemplo colirios. La solución de las Rosas secas cocidas con vino, es útil para
dolores de cabeza, de ojos, de oídos, de encías, del recto intestinal etc.…
(fuente:rosas.info)